Es importante comprender la arquitectura informática de la empresa para desarrollar un Balanced Scorecard (BSC) porque la infraestructura tecnológica de una organización tiene un impacto directo en cómo se implementan, miden y monitorean los objetivos estratégicos. El BSC busca medir el desempeño en cuatro perspectivas: financiera, clientes, procesos internos, y aprendizaje y crecimiento. Para que el BSC sea efectivo, debe alinearse con las capacidades tecnológicas y la infraestructura de TI de la empresa.
Aquí te doy algunas razones clave:
Alineación de objetivos estratégicos y capacidades tecnológicas: Conocer la arquitectura informática permite que el BSC se diseñe teniendo en cuenta las herramientas y recursos tecnológicos disponibles. Esto asegura que los objetivos estratégicos sean alcanzables y medibles con los sistemas existentes.
Automatización y recopilación de datos: La arquitectura informática facilita la automatización de la recopilación y análisis de datos. Esto es fundamental para el BSC, ya que las métricas clave requieren datos consistentes y en tiempo real.
Soporte a la toma de decisiones: Con una buena comprensión de la infraestructura tecnológica, se pueden diseñar soluciones que mejoren la eficiencia en la toma de decisiones. Las tecnologías bien implementadas permiten un acceso más rápido y confiable a la información necesaria para evaluar el desempeño en las diferentes perspectivas del BSC.
Escalabilidad y flexibilidad: La arquitectura informática puede afectar la capacidad de la empresa para adaptarse a cambios en el mercado o en la estrategia. Un sistema tecnológico bien diseñado permitirá que el BSC sea flexible, facilitando ajustes en tiempo real según nuevas necesidades o cambios estratégicos.